Nuestro padre, abuelo y amigo, Amador García Chávarri. La persona que nos abrió el camino, la que nos enseñó a amar y mimar cada cosecha, la que nos inculcó la enología. Gracias a él podemos seguir celebrando y disfrutando esta pasión. Una vida de esfuerzo, de dedicación y un legado que se transfiere de generación en generación. Te recordamos con todo el cariño que nos diste. 

El viñedo viejo ya ha dado sus mejores cosechas, a su lado los viñedos jóvenes crecen vigorosos, conocen bien el camino, se saben protegidos.

Gracias, papá. Gracias, abuelo.

D.E.P.