¿Sabías que el almacenaje del vino en posición horizontal no es casualidad? Que las bodegas almacenen sus botellas de vino en posición horizontal tiene un porqué bastante significativo. El motivo real de esta forma de almacenaje no es ni optimización de espacio ni comodidad, si no que se trata de salvaguardar la calidad del producto. Resulta que uno de los cuidados más importantes es evitar la oxidación del vino por culpa del oxígeno que puede introducirse dentro de la botella afectando así al consumo, calidad y sabor, es decir, evitar que se pique.

Tapón de corcho, botella de vino. 

Nos sorprende que existan vinos antiguos que llevan años y años dentro de una bodega y estos sean bebibles o no estén malos. El secreto está en la conservación. Cuando la botella se encuentra en posición horizontal, el corcho permanece constantemente húmedo. Este es un material que con el tiempo se seca, reduce su diámetro y pierde elasticidad. Cuando esto ocurre, el vino no está cerrado adecuadamente y se producen fugas, por lo que el oxígeno se cuela dentro de la botella favoreciendo la oxidación del mismo.

Hoy en día existen vinos que son sellados con tapones sintéticos o de rosca, asociados a una menor duración de crianza, ya que se les presupone menos tiempo entre fabricación y consumo. La botella con tapón de corcho, un material leñoso, se almacena en horizontal evitando que este modifique su tamaño y elasticidad. Lo que nos permite una buena conservación así como una micro-oxigenación del género sin dejar de cerrar la botella de manera correcta