Llega el verano y con él, la mejor época para disfrutar de atardeceres memorables en terrazas y comidas que se alargan hasta la cena con nuestros amigos, amigas y familiares.  La mejor manera para disfrutar de estos momentos es acompañando nuestras mesas de un buen vino blanco, fresco que acompañen platos de pescado, ensaladas de verano, mariscos o de una buena paella o arroz.

Las noches de verano son perfectas para pasarlas con amigos en el jardín o la terraza de casa, cenando algo de picoteo como quesos o sushi y acompañarlos de nuestro vino blanco fermentado en barrica, de color dorado pálido con un aspecto brillante y aroma a frutas frescas, cítricos, melocotón y vainilla. Un vino fresco, de color dorado que no dejara indiferente a ninguno de los comensales. 

Disfrutar de una paella con la familia es un plan agradable en cualquier momento del año pero en verano, acompañado de nuestro vino blanco joven, aún más. Este vino nos ofrece aromas primarios acusados a fruta y es fresco en el paladar. Además, este producto es perfecto para los vermús de domingo acompañado de las gildas que tanto gustan. 

Como no olvidarnos de esos días calurosos en los que estamos de vacaciones en algún sitio especial. El plan perfecto es darse un baño en la playa o en la piscina y al salir disfrutar en compañía de nuestros amigos de una merienda con encurtidos y buen jamón junto a nuestro vino rosado joven. En este vino se aprecian notas de frutas rojas como fresa y frambuesa e intensos recuerdos florales